El SAOP junto al Decanato y las Secretarías de la Facultad
La investigación extensionista en el marco de la Extensión Universitaria
La extensión universitaria suele definirse, de modo clásico, como una de las tres funciones sustantivas de la Universidad, conjuntamente a la investigación y la docencia. Se afirma que detenta como objetivos promover el desarrollo cultural, así como la transferencia del conocimiento y la cultura entre los distintos sectores sociales de la comunidad. Su misión es la de consolidar el vínculo entre la Universidad y la comunidad.
La extensión universitaria tiene como protagonistas a los claustros de la Universidad (de graduados, de estudiantes, de docentes y de no docentes) y a la comunidad en su conjunto: niñas y niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, así como instituciones, organismos gubernamentales, entidades privadas, organizaciones sociales, entre otras organizaciones sociales.
Actualmente podemos pensarla como activa protagonista de procesos sociales asociados a la formación de estudiantes y docentes, con un fuerte vínculo que la comunidad reconoce cada vez con más claridad a partir del trabajo territorial, habiéndose transformado en referente en la articulación entre las universidades y sus regiones de influencia.
Podemos entender a la Extensión Universitaria como una intensa cooperación interactiva entre universitaries y otres actores que, combinando los diversos saberes y aprendiendo cada une de les otres en la labor conjunta, puedan contribuir a la expansión de la cultura colectiva y múltiple, así como a la construcción y uso socialmente productivo del conocimiento, priorizando la atención de los problemas de los sectores más postergados.
La extensión universitaria, desde nuestra concepción autónoma, crítica y creativa, consolida la democratización del saber y asume la función política de contribuir a la mayor y mejor calidad de vida de la sociedad, desde el conjunto de actividades que identifican los problemas y demandas de la sociedad y su medio, que coordinan las acciones necesarias a partir de esos diagnósticos, y que reorientan y recrean actividades de docencia e investigación, a partir de la interacción con ese contexto.
El objetivo general de una universidad pública respecto de la extensión universitaria es orientarla hacia el compromiso organizado y solidario, la integración, la defensa de derechos constitucionales, la construcción de ciudadanía y el acompañamiento de los diversos sectores sociales, aportando los conocimientos, experiencia en territorio y capacitación que necesita y promueve la acción social.
Para este propósito, resulta necesario construir conocimiento extensionista, difusión sus actividades en territorio, promover el intercambio de saberes territoriales, con el propósito de transformarse en un ámbito de investigación y debate de las problemáticas que le preocupan a la comunidad, así como propiciar y colaborar con la producción existente de los grupos sociales, respetando sus diferentes expresiones culturales.
Es por ello que los objetivos específicos de las políticas universitarias de extensión son: promover la integración de la universidad; la formación de las y los estudiantes con responsabilidad y conciencia social universitaria solidaria; la capacitación comunitaria extracurricular (incluyendo la educación formal alternativa); comunicar su propio desarrollo y conocimiento extensionista respecto de la comunidad conurbana a la cual pertenece.
El compromiso organizado y solidario del aprendizaje planificado de la práctica extensionista integrado a las currículas, destinado a atender necesidades reales y demandadas por la comunidad, promueve la solidaridad como una pedagogía crítica que contribuye a formar al profesional extensionista de nuestra Facultad, contemplando la formación ética, comunitaria, política, epistemológica y metodológica de quienes trabajamos en territorio, promoviendo aquellos conocimientos para que puedan asumir con responsabilidad el compromiso conforme a la conciencia sociopolítica que detenta la práctica extensionista.
Oscar Amaya
Director del SAOP
SECRETARÍA DE EXTENSIÓN
Como Servicio de Psicopedagogía de la Universidad pública, desde el SAOP nos compete reflexionar acerca de ella. Creemos que en este tiempo presente, en la Universidad pública y en cada una de sus facultades, la democracia se defiende y se sostiene participando activamente en ella: enriqueciendo los espacios de discusión teórica, cultural y política; lo público como un espacio de examen crítico de los alcances y límites de la participación y protagonismo de quienes ejercemos la ciudadanía de la Universidad. Decimos ciudadanía de la Universidad y no en ella, pues en tanto protagonistas de la Universidad pública, somos sus ciudadanas y ciudadanos.
En este sentido, es importante pensar a la ciudadanía no tanto como un “contenido de aprendizaje” sino como un “aprendizaje en la práctica” que tracciona al desarrollo subjetivo del ciudadane. Creemos que las prácticas orientadas a promoverlo serían diferentes si buscamos garantizar ese aprendizaje entendido en términos de “ciudadanes participatives”. El ejercicio de la ciudadanía es “en la práctica” y es imposible de aprender “en teoría”. Se aprende “de hecho” en las interacciones y propuestas cotidianas que las y los sujetos transitamos en las instituciones y espacios sociales.
Hoy, la democracia en la Universidad pública, gratuita, laica, y científica se materializa en cada aula, en cada clase, en cada reunión, en cada evento, asumiendo la responsabilidad que conlleva desempeñarse como estudiantes y docentes. Es importante recordar que en la declaración final de la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe realizada en el año 2008 se afirma con énfasis: “La Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado. Esta es la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos de desarrollo sustentable de los países de la región”
Se trata entonces de llevar a cabo un estudio dedicado y sistemático de las cuestiones teóricas y metodológicas que abordamos tanto en las cátedras como en los diversos espacios de formación de nuestra Facultad –como la AUNO, la UNITE, Radio Conurbana y el SAOP- de forma conjunta, para alcanzar mejores modos de aprender y de enseñar. En relación a esto, tal como postula Débora Kantor, promover la participación jóvenes en la vida universitaria “implica asumir que ellos/as pueden pensar y actuar en términos de procesos, alternativas, conflictos, elaboración de planes y, por lo tanto, intervenir en la gestión de proyectos que los identifican como «destinatarios».”
Creemos entonces que la democracia académica se manifiesta en plenitud al ejercer la libertad para aventurarnos a emprender la compleja experiencia de todas estas cuestiones de lo común. Quizás una comunidad de aprendizaje en las aulas y en los diversos espacios de formación universitarios sea el atrevimiento de desmontar las categorías del espectáculo que sustenta la lógica “escenario-espectadores” como la analiza Guy Debord, que nos obliga a “divertirnos”, “pasarla bien” y no aburrirnos: el enorme riesgo es los encuentros pedagógicos terminen fatalmente convirtiéndose en espectáculos -agradables o desagradables- para ser contemplados.
También el atrevimiento de desmontar la lógica eficientista de pensar a la formación como una “carrera” y a las materias como “obstáculos” que hay que superar para llegar a la “meta” del título. Anhelamos que rendir una materia no sea pensado como “una menos” que dejamos atrás irremediablemente, sino lo contrario: una materia más que nos permita pensar mejor y de modo más acabado nuestro objeto social de estudio.
Entonces ésta es la oportunidad: que hoy seamos ciudadanas y ciudadanos de la Universidad.
Oscar Amaya
Director del SAOP